Descripción
Bote de polen de abejas con un agradable aroma floral y terroso, que se puede usar directamente en recetas, o bien para maceración en líquidos fríos o tibios azucarados durante 15 minutos, para ser usado como ingrediente en la elaboración de recetas de cocina, preparados alimenticios o para realizar remedios caseros y cosméticos. Se recomienda conservar a temperatura ambiente en un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de calor y evitar el contacto directo de la luz solar.
Consejo Farmacéutico
El polen está formado por pequeños gránulos producidos por las abejas, a partir del contenido que recogen de los estambres de las flores, y que procesan y transportan en sus patas de vuelta a la colmena para alimentar a la colonia. Por otro lado, existe el extracto de polen, que se obtiene directamente de plantas específicas. Su composición, al tener una procedencia botánica más concreta, se puede estandarizar. Estos extractos de polen pueden formar parte de tratamientos de inmunoterapia contra las alergias o, utilizando determinadas fracciones del mismo, incluirse en complementos alimenticios para mejorar el bienestar durante la menopausia y perimenopausia.
Este derivado de la apicultura se ha popularizado como fuente alimentaria, ya que es fuente de macro y micronutrientes de interés: su mayor aporte es de hidratos de carbono, aunque también destaca por su contenido en proteínas, aminoácidos esenciales y ácidos grasos esenciales que nuestro organismo no puede sintetizar; además, destaca por la presencia de vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B5, B6 y B7) y vitamina C; también aporta pequeñas cantidades de vitaminas D, E, K e inositol, y contiene colina, que contribuye al buen funcionamiento del cerebro y el corazón. En cuanto a los minerales, es fuente de: fósforo, calcio, potasio, yodo, zinc, cobre, magnesio y selenio, entre otros. Finalmente, cabe mencionar el aporte de carotenoides antioxidantes.
Puede ser un refuerzo más para una dieta equilibrada, y contribuir como alimento reconstituyente en el contexto de anemia, fatiga o convalescencia.
Si se padece alergia al polen o a la picadura de abeja, se debe evitar su consumo y optar por otras fuentes de nutrientes, ya que el polen podría desencadenar una reacción alérgica. En caso de tomar medicación, es aconsejable consultar con un/a profesional sanitario/a antes de recurrir a un complemento alimenticio con polen.