Description
Las Tortitas de arroz y trigo sarraceno son de cultivo ecológico. Deliciosas, super crujientes y extra gruesas. Están elaboradas con arroz ecológico de origen 100% nacional y trigo sarraceno ecológico de origen europeo. La sal que se le añaden también es ecológica, certificada por Intereco y procedente del Parque Natural del Delta del Ebro. El Trigo Sarraceno, por ser un alimento con múltiples propiedades, es rico en proteínas, entre un 10% y un 15%. También, es rico en ácidos grasos oleico, linoleico, palmítico y linolénico. Contiene Rutina, una sustancia que se emplea para elaborar preparados para ayudar en los problemas circulatorios.
Aporta minerales como el Hierro y el Magnesio, un mineral muy importante para la asimilación del Calcio. Contiene vitaminas del grupo B, imprescindible para el buen funcionamiento del metabolismo. Con todo, es bajo en grasas, por lo que las personas que quieran controlar su peso lo encontrarán un buen aliado. Las Tortitas de arroz y trigo sarraceno funcionan muy bien como tentempié para comer entre horas. Además, aporta minerales y vitaminas que hacen que sean unas tortitas muy saludables. Conservar a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco protegido de la luz.
Modo de empleo
Pueden consumirse solas, como alternativa al pan en las comidas o usarse como base para preparar snacks y canapés dulces o salados
Composición
Arroz integral* 78,8%, trigo sarraceno* 19,9%, sal marina* y lecitina de soja*. (*) De cultivo ecológico.
Consejo Farmacéutico
El hierro es un mineral funcional que contribuye al desarrollo y crecimiento del cuerpo. Además, está presente en la hemoglobina y la mioglobina, proteínas encargadas de transportar el oxígeno de los pulmones al resto del organismo. Por otro lado, el hierro también participa en la creación de hormonas y tejido conectivo.
Nuestro organismo absorbe este mineral de los alimentos, como mariscos, carnes magras, huevo, legumbres y frutos secos. Para facilitar su absorción, es recomendable añadir a la dieta alimentos ácidos y ricos en vitamina C, como el zumo de naranja o de limón. Si no consumimos la cantidad suficiente de hierro se produce la denominada anemia ferropénica, que, a largo plazo, dará pie a síntomas como falta constante de energía, cansancio, trastornos intestinales y/o dificultad para controlar la temperatura del cuerpo. Esta falta de hierro se puede reestablecer a través de una dieta variada y, si no fuera suficiente, con una suplementación controlada. En este último caso, es imprescindible seguir la pauta de un profesional sanitario y evitar siempre la ingesta de un complemento alimenticio que aporte hierro sin conocer si se tiene carencia de este mineral.
Además, las necesidades de hierro que tiene el organismo variarán a lo largo de los años, siendo de especial importancia su regulación durante los años de menstruación, así como en gestantes y lactantes. Asimismo, el hierro participa activamente en los procesos de desarrollo y crecimiento, por lo que es muy importante para el/la recién nacido/a