Descripción
Complemento nutricional con catalizadores enzimáticos y oligoelementos que permiten restaurar el equilibrio biológico y optimizar las funciones del organismo. Preparación original que asocia las virtudes de la arcilla verde, del agua de mar y oligoelementos seleccionados. Aporta el conjunto de los oligoelementos. El selenio, el manganeso y el cobre contribuyen a proteger las células contra el stress oxidativo y al buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Refuerza el sistema inmunológico. Frena el envejecimiento prematuro. Mejora la resistencia al estrés. Optimiza el rendimiento físico e intelectual.
Frasco de 150 ml. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustitutos de una dieta variada y equilibrada. No superar la dosis diaria expresamente recomendada. Mantener fuera del alcance de los niños más pequeños.
Modo de empleo
Tomar 5 ml al día en ½ vaso de agua (75 ml).
Composición
Solución acuosa de oligoelementos (agua filtrada, agua de mar concentrada sin sodio, Lithomer®: extracto estandarizado de litotamno – Lithothamnium calcareum; gluconatos de zinc, de hierro y de cobre, sulfato de manganeso, selenito y molibdato de sodio, cloruro de cromo). Conservante: sorbato de potasio, acidificante: ácido láctico.
Consejo Farmacéutico
El hierro es un mineral funcional que contribuye al desarrollo y crecimiento del cuerpo. Además, está presente en la hemoglobina y la mioglobina, proteínas encargadas de transportar el oxígeno de los pulmones al resto del organismo. Por otro lado, el hierro también participa en la creación de hormonas y tejido conectivo.
Nuestro organismo absorbe este mineral de los alimentos, como mariscos, carnes magras, huevo, legumbres y frutos secos. Para facilitar su absorción, es recomendable añadir a la dieta alimentos ácidos y ricos en vitamina C, como el zumo de naranja o de limón. Si no consumimos la cantidad suficiente de hierro se produce la denominada anemia ferropénica, que, a largo plazo, dará pie a síntomas como falta constante de energía, cansancio, trastornos intestinales y/o dificultad para controlar la temperatura del cuerpo. Esta falta de hierro se puede reestablecer a través de una dieta variada y, si no fuera suficiente, con una suplementación controlada. En este último caso, es imprescindible seguir la pauta de un profesional sanitario y evitar siempre la ingesta de un complemento alimenticio que aporte hierro sin conocer si se tiene carencia de este mineral.
Además, las necesidades de hierro que tiene el organismo variarán a lo largo de los años, siendo de especial importancia su regulación durante los años de menstruación, así como en gestantes y lactantes. Asimismo, el hierro participa activamente en los procesos de desarrollo y crecimiento, por lo que es muy importante para el/la recién nacido/a