Description
Producto oxigenado de los tejidos, muy útil en anemia y antiinflamatorio. El fosfato de hierro o férrico, se prepara mezclando fosfato de sodio con sulfato de hierro en ciertas medidas. Soluble en ácidos, es insoluble en alcohol y agua. Se utiliza para la debilidad especialmente de los niños con falta de apetito, pérdida de peso y fuerza. Ayuda a aumentar las fuerzas, el desarrollo corporal y regularizar la función intestinal.
Consejo Farmacéutico
El hierro es un mineral funcional que contribuye al desarrollo y crecimiento del cuerpo. Además, está presente en la hemoglobina y la mioglobina, proteínas encargadas de transportar el oxígeno de los pulmones al resto del organismo. Por otro lado, el hierro también participa en la creación de hormonas y tejido conectivo.
Nuestro organismo absorbe este mineral de los alimentos, como mariscos, carnes magras, huevo, legumbres y frutos secos. Para facilitar su absorción, es recomendable añadir a la dieta alimentos ácidos y ricos en vitamina C, como el zumo de naranja o de limón. Si no consumimos la cantidad suficiente de hierro se produce la denominada anemia ferropénica, que, a largo plazo, dará pie a síntomas como falta constante de energía, cansancio, trastornos intestinales y/o dificultad para controlar la temperatura del cuerpo. Esta falta de hierro se puede reestablecer a través de una dieta variada y, si no fuera suficiente, con una suplementación controlada. En este último caso, es imprescindible seguir la pauta de un profesional sanitario y evitar siempre la ingesta de un complemento alimenticio que aporte hierro sin conocer si se tiene carencia de este mineral.
Además, las necesidades de hierro que tiene el organismo variarán a lo largo de los años, siendo de especial importancia su regulación durante los años de menstruación, así como en gestantes y lactantes. Asimismo, el hierro participa activamente en los procesos de desarrollo y crecimiento, por lo que es muy importante para el/la recién nacido/a